Objetivos:
- Mejorar el gasto cardiaco.
- Aumentar la tolerancia a la actividad y equilibrio entre reposo y actividad.
- Mejorar el equilibrio de líquidos corporales y el estado nutricional.
Diagnóstico:
- Posible alteración del gasto cardiaco relacionado con disminución del índice metabólico, reducción de la conducción cardiaca, aumento de los niveles de colesterol, aterosclerosis y arteriopatía coronaria.
- Intolerancia a la actividad relacionada con letargo y fatiga, depresión del estado neuromuscular.
- Alteración del estado líquido y nutricional relacionado con disminución del índice metabólico, mal apetito y reducción de la función gastrointestinal.
Actividades:
- Vigilar signos vitales para descubrir cambios en el estado cardiovascular y conocer la capacidad del paciente de reaccionar al estrés.
- Vigilar los trazos del ECG para descubrir arritmias y desmejoría del estado cardiovascular.
- Prevenir y tratar los factores que aumentan el índice metabólico (infección, estrés, traumatismo).
- Prevenir el enfriamiento al evitar el aumento del índice metabólico que, a su vez, somete a esfuerzo al corazón. Proporcionar calcetines de cama, chaleco de cama y un medio tibio.
- Aún si hay hipotermia, no aplicar calor externo, pues el consecuente aumento de las necesidades de oxígeno y la disminución del tono vascular periférico pueden agravar en el paciente la insuficiencia cardiaca que existe.
- Administrar líquidos con cuidado, aún cuando hay hiponatremia.
- Dar glucosa en cantidades concentradas para evitar la sobrecarga de líquido si hay datos de hipoglucemia.
- Limitar las visitas durante la fase aguda, para prevenir la estimulación excesiva.
- Llevar a cabo las actividades y medidas higiénicas y cuidados para el paciente durante la fase aguda de la enfermedad.
- Prevenir las complicaciones pulmonares de la inmovilidad durante la fase aguda al dar vuelta al paciente, y alentarlo a toser y a que respire profundamente.
- Proporcionar ventilación asistida si es necesaria para combatir la hipoventilación.
- Alentar la reanudación gradual de las actividades a medida que los síntomas graves comienzan a ceder y el paciente empieza a mejorar.
- Ayudar al paciente a planear actividades para limitar el esfuerzo y permitir periodos de reposo duraderos.
- Señalar al paciente los signos y síntomas que indican esfuerzo excesivo.
- Proporcionar buenos cuidados de la piel para prevenir el trastorno dérmico debido a la inmovilidad
- Administrar con cuidado los alimentos y líquidos prescritos, durante la fase aguda.
- Ofrecer líquidos y alimentos ingeribles en forma gradual y con cuidado.
- Valorar las preferencias alimentarias del paciente.
- Servir comidas atrayentes, bajas en calorías; este paciente suele estar excedido de peso, si bien su apetito es malo.
- Ofrecer líquidos a menudo, e incluir fibra en la alimentación para evitar el estreñimiento.
- Valorar la reaparición y aumento gradual de la función gastrointestinal (reaparición de ruidos intestinales, si no hay distensión abdominal, aparición y frecuencia de las defecaciones)
- Administrar ablandadores de las heces si es necesario.
Resultados:
- Muestra mejoría del estado y gasto cardiaco: presión arterial y pulso normales en el ECG (amplitud normal y reaparición de onda T normales).
- Evita los factores y sucesos que aumentan el índice metabólico (traumatismo, infecciones respiratorias o de otro tipo, situaciones que causan estrés).
- Manifiesta un ingreso adecuado de líquidos y nutrientes.
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